Nube de palabras

Metacognición

 Para comenzar esta reflexión metacognitiva debo recordar desde qué lugar inicié este curso.

 Antes de la pandemia podía utilizar diversos soportes tecnológicos como computadora, proyector, celular, pendrive, TV, etc. Diversas tecnologías en búsqueda de información o propuestas metodológicas para los procesos de enseñanza y aprendizaje en diversos formatos y lenguajes como texto escrito, hipertexto o audiovisual.  El aula donde podía llevar a cabo estas prácticas educativas era una zona de seguridad y de confort.

 



   Con el cierre de los establecimientos educativos y la educación remota de emergencia la virtualidad vino y me sacó de esa seguridad y de ese confort. De un día para otro, las clases pasaron a ser virtuales, mis alumnos ya no estarían esperando mi llegada al salón de clases. Esta vez todos, desde dónde estuviéramos, debíamos ingresar al aula virtual en el horario pactado. ¿Cuánto había que aprender de repente? No se trataba solamente de la habilidad en el uso de una plataforma para organizar una clase por zoom o por meet. Ahora, cada uno de los integrantes de proceso de enseñanza y aprendizaje era responsable de ingresar a ese “espacio” educativo. Comprendimos que el aprendizaje podía ser desde cualquier momento y lugar. Que el aula no sólo era un espacio físico representado por un edificio, el aula podía ser virtual. Que el aprendizaje comenzaba a generarse con mayor autonomía.  Tanto profesores como alumnos tuvimos que interactuar en nuevos entornos educativos, los digitales. Y principalmente, confiar que eran y son totalmente válidos y genuinos. (¿Cuánto se dudó de esto?)

  Durante el período de educación remota y con distanciamiento social, como ya les he contado con anterioridad, no me resultaba fácil el uso de diversos recursos digitales en plataformas educativas, y desconocía metodologías digitales aplicables a la educación. Fui consciente de esta carencia. De ahí la decisión de capacitarme.

 


  En este período, sin distanciamiento social y de nueva normalidad, me siento inmersa en este cambio de transformación digital. Este enfoque híbrido nos permite diversos entornos de aprendizajes, y aquí estoy navegando por aulas virtuales, blog, nubes, espacios en red, interactuando en diferentes redes sociales compartiendo con mis compañeros y autoconstruyendo el aprendizaje con las actividades propuestas por profesores-tutores.

 Haciendo un balance sobre este mes de curso, me siento muy satisfecha por lo logrado. A pesar de los inconvenientes tecnológicos, o lo apretado del tiempo frente a las diversas obligaciones, siento que he podido aprender, que estoy encontrando las respuestas que necesito, los objetivos planteados. A nivel personal me siento con mayor seguridad en el uso de los recursos didácticos digitales y con la capacidad para crear entornos educativos digitales para mis alumnos, una de mis principales motivaciones. 

 



 Les presento mi nube de palabras. Elegí la forma de enchufe, con el fin de rescatar la idea de conexión, interconexión.

 



 


Comentarios

  1. Hola Gabriela, gracias por compartirnos tu nube y reflexión. Denota un trabajo cuidado y sostenido en las lecturas del módulo. Adelante.

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